Au revoir!

Pues sí mis queridas bloqueras. Mañana pongo rumbo a la ciudad de las luces. Parece mentira que ya esté aquí ese día, pues reservé el viaje en enero y por aquellas fechas de lluvias sin fin y frío glaciar (ains como lo añoro ahora) parecía una cosa lejanísima, que nunca llegaría.

Pero ya hemos llegado a contar las horas que faltan para el despegue. Si os digo la verdad, París nunca fue uno de esos viajes de los que yo considero imprescindibles. Hay otras muchas ciudades que llaman más mi atención. Pero era el destino más barato (he de confesar que nos sale el viaje con su vuelo, su hotel en Montmartre y su desayuno buffet por 250 euros de lunes a viernes) y fue el elegido.

Sin embargo, hay un detalle fundamental que va a hacer de este viaje un viaje inolvidable: la compañía.

Yo ya llevo algunos veranos haciendo viajecitos de este estilo.Siempre se lo proponía a mis amig@s, pero al final no surgía la cosa ( o se rajaban :P) y nos íbamos mi Señor Esposo y yo, que tampoco está mal hacer esos viajes íntimos. Pero ya sabéis, no es lo mismo, y tenía yo ganas de un viaje de colegas internacional.

Y por fin ha llegado. Este será el típico viaje que cuentas a tus niños a modo de batallita. Y es que la buena compañía no tiene precio, y ver París con 9 personas excepcionales no se paga con nada. 

Así que nada chicas, me despido hasta el viernes. Intentaré impregnarme de miles de experiencias, lugares e imágenes para compartirlas a través de mi humilde blog. Subiré a la Torre Eifel, pasearé por los Campos Elíseos, me quedaré embobada en el Louvre, me impregnare del espíritu bohemio en Montmartre (nuestro barrio de acogida) y, sobre todo, haré el loco todo lo que pueda, que nunca se sabe, ya a estas alturas de nuestras vidas, si nos podremos volver a juntar para repetir algo así.

Muchos besos 

PD:¡ Se admiten sugerencias para el viaje!