Me encanta dar clases en infantil. Es una relación un tanto amor- odio, porque, a pesar de que sean adorables y aprendan como esponjas, he de reconocer que resulta algo agotador, ya que son culillos inquietos que saltan, corren y hablan cuando quieren.
Ellos si que se aplican eso del Carpe Diem: no conciben algo más allá de hoy, no saben lo que significa en un mes, o en una semana. Ni entienden de cantidades...
El otro día, entrando en una clase de 5 años, uno de ellos me mira con esos ojos llenos de ilusión y me dice
Teacher, ¿sabes qué?
No cariño, dime
Te quiero cien mil
(Babeo de servidora) ¿Ah si? Pues yo te quiero un millón
Veo que se queda pensativo intentando averiguar qué puede ser más que eso de un millón que le acabo de decir, hasta que de repente vuelven sus ojillos a brillar y me dice completamente entusiasmado
¡Pues yo te quiero 108!
Añoro esos años en los que las cantidades no importaban.
Que tengáis buena semana ;)
9 comentarios:
Por eso amo ser profe de magisterio musical, que estos tocan la flauta al reves y encima les suena...pequeños niños.. yo tambien me los comeria, y otras veces me arrepiento de no habermelos comido..
Besitoss!!!
eso es amor de niño y lo demás son tonterias!!!
si lo dicen por algo será ;P
bss wapa
Jajaja, lo mejor es que cuando dicen algo les sale del corazón, siempre.
Un besote!
Aii ke monos que son! yo por eso estoy estudiando magisterio! jeje
Ay qué ricuraaaa <3
Yo voy a ser profe, pero estudiando Filología Inglesa... aunque supongo intentaré hacer algo, un modelo o así para poder también darle clase a los peques (:
Besitos!
Jajajajajajajaja, qué lindo! :)
Si es que son adorables!Así da gusto ir a trabajar! :)
Besos.
Me lo como!!!!! que cosa mas mona...
Estoy de sorteo pasate a apuntarte si quieres es muy facil participar
besitos
pero que monos! tiene que ser muy gratificante escuchar algo asi de un alumno, seguro que eres una teacher estupenda.
Muaks
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