Con las narices hinchadas

Siento el título del post, pero la verdad es que así es como me siento. Llevo una semana bastante ajetreada: lunes con curso hasta las ocho y media de la tarde y martes de claustro y consejo escolar hasta las ocho. A eso hay que sumarle que sigo trabajando y dejándome la piel para que los niños a los que enseño sepan el máximo posible, me cueste lo que me cueste, tenga que buscar actividades y canciones extra dedicando mi tiempo libre a ello. Y no me quejo, porque es mi trabajo y como el futuro de esas personitas depende de mi no me importa, lo hago lo mejor que puedo y se, me cueste lo que me cueste.

Es por eso que, el comportamiento y actitudes de algunas madres/padres, a veces hace que mi ilusión desaparezca. Soy maestra de inglés de todo el alumnado de infantil de mi centro, trabajo agotador en el que hay que hacer malabares (literalmente) para captar la atención del público. Canto, bailo, salto, juego, corro detrás de ellos, me dejo la garganta... y no me importa. Entre mis estrategias para intentar que estén medio calladitos está darle una estrellita cada día a un niño/a que ese día se ha portado muy bien. 

Cual es mi sorpresa cuando, al llegar a una clase de infantil, me dice la maestra que tenga cuidado con lo que digo, que al parecer los niños han dicho a las mamas que M es el que mejor habla inglés de la clase (M se llevó la estrellita ese día) y que  qué pasa, que si para hablar bien inglés hay que llevar al niño a una academia y que ahora los niños estaban traumatizados y no querían ir a clase de inglés

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Y en ese momento, lo que me dan ganas es de pasar de comerme la cabeza y no hacer nada porque, total, no solo no me van a reconocer el esfuerzo, sino que me van a apedrear por decir un día a un niño que qué bien había hablado ese día.  ¿Es que ya no se puede premiar a un niño por su esfuerzo? ¿Qué clase de educación estamos dando a nuestros hijos cuando, en lugar de pensar que cada niño es recompensado cuando lo merece, monto una película de ciencia ficción a raíz de un comentario de un niño de 4 años?

Al menos mi conciencia está tranquila. En el tiempo que llevo en la profesión nunca he tenido ninguna queja. Todo lo contrario. Pero está visto que, a mejor posición y nivel del colegio, más tonterías de estas hay que aguantar. Afortunadamente estos son casos aislados, que también tengo mamás y papás que se siguen preocupando en el motivo por el que se castiga a su hijo, y no en despotricar sobre el maestro por el castigo.

Siento el tono del post, pero me tenía que desahogar ;)

Besos